Extraño tu perfume degradado por el ácido de tu piel, porque ya no lo siento en la mía.
Cerrar los ojos es un placer y un peligro, porque es trasladarme a otro mundo, en donde todo sucede cómo y cuando quiero. No entiendo cómo haces para estar ahí todo el tiempo, a veces lo encuentro fascinante y otras veces sé que solo sós un fantasma de mi mente.